llave del corazón
Cuando lo abundante se
superpone a lo escaso y lo escaso se escarpa al mísero dolor, el dolor se condensa en temor y el temor se subyuga al amor, es
cuando nos hacemos ricos en virtudes y todo puede echar fuera el terror y el
temor de no poseer el amor, la vitalidad que este da , pese a los cambios climáticos,
cambios en las edades , cambios de estatus sociales y espirituales, aun cambios
al amar o al desear: si el amor acompaña, será el siervo mas humano de nuestro amor, será el siervo espiritual al amar. dar sin recibir nada a cambio.
Solamente la vaciedad de una vida sin propósitos
recomendada por la ignorancia y la perfidia, deben darse la mano cuando no
encontramos los motivos exactos y pertinentes al amar de verdad verdad.
El que
ama ha conocido a Dios porque Dios es
amor, la empatía entre el amor que presenta 1 corintios 13 y el único amor
verdadero, expensado en Jesùs, nos reflexiona y presenta más cuestionamiento hacia el amor que nosotros los
mortales ostentamos.
La madre ama al hijo
aunque este la odie profusamente, y creemos que eso se parece al amor de Dios,
El Padre protege con brazos fuertes y pasión desbordada la vida de su amada y
creemos que esto también se parece al amor.
El hijo mientras depende de ellos también
ama un poco más a uno que a otro, y su hermano lleva lo prodigo de ese amor que
va mas allá de la muerte de los padres, al sentir en pecho, un corazón y una
sangre que corre con segmentos de ADN, compartido, y eso le llamamos amor filial.
El amor que es sufrido,
se hace posible cuando no es devuelto, al amar y sentirse despreciado, etéreo
amor, se esfuma en el intento de regreso, no hay conciliación entre el que ama
y el que no.
Es benigno, aquel amor
que no trae consigo el repudio de lo malo; La cerviz endurecida y oculta en las
fauces de la oscuridad, que deja
penetrar la envidia y la igualdad de géneros; valores reminiscencias desafíos:
envidia, que gusta ser igual al otro,
pero al no ser igual al otro, tortura manifiesta el desprecio que invade al no
alcanzarle y desmejorarle.
Se jacta y se goza de la injusticia que padece la
persona “amada”, difícilmente sea esto amor, la preeminencia de una vida que
trate de superar a otra, persiste en su
actitud superlativa, aplastando envaneciendo
y jactándose en su debilitado intento de amor. eso se llamo odio, y no
amor.
David amo aún a sus enemigos,
su corazón lloraba ante los improperios y mentiras, siempre creyó siempre soportó
siempre sufrió.
Saúl su fiel perseguidor,
destruía cada vez que podía su estima como hombre de confianza inventando deslealtades, cobrándole deudas por resolver
para ponerlo en manos del enemigo filisteo, lo perseguía y estrechaba sofocándole
y obligando a ponerse en retirada con unos cuantos vagabundos que se unieron en
el camino con el mismo infortunio de menosprecio.
1 Samuel 24:9 Y dijo David a Saúl ¿Por qué escuchas
las palabras de los hombres, que dicen: ``Mira que David procura tu mal? He aquí, hoy
han visto tus ojos que el Señor te
ha puesto en mis manos en la cueva en este día; y algunos me dijeron que te
matara, pero mis ojos tuvieron piedad de ti, y dije: ``No
extenderé mi mano contra mi rey, porque es el ungido del Señor.
“Mis ojos” “ Mi Rey “ algo propio , miraba algo ajeno, como si fuera suyo y
digno de compasión, digno de amor? Como saberlo, más no extendería de ninguna
manera su mano contra su enemigo más temido, porque el amor fue mayor que el
temor que le tenía.
Estuvo rodeado de
muchos sinsabores mi Jesùs, No tuvo donde recostarse pero era feliz, su móvil era
el amor y su final pasionario y ministerialmente amoroso fue la cruz. Marchaba con
danza precisa fragmentada por pasos agigantados para consumar el amor.
Los veía como ovejitas,
débiles , sustancialmente débiles y se llenaba de compasión, lloraba con amor
desbordante en aguas de dulzura infinita
,- oh Jerusalén Jerusalén tu que matas
a tus profetas y a los que son enviados…cuantas veces quise juntarte como la
gallina junta a sus polluelos y no quisisteis-
La crucifixión de los
que le odiaban fue el hecho punible de los mismos. Pudo no prescribirles su crimen, Jesùs era y es la personificación del amor de Dios, el
verdadero y sublime amor del Padre.
Porque de tal manera
Dios amo a la humanidad que lo envió en semejanza de Adán postrero para
vivificarlo y a través de ese amor perpetuo, todos se salven, nadie perezca sino
viva en vida eterna y lo conozca, conozca al verdadero amor.